Fotos de vestigios de la Antigua Roma, tomadas en distintos lugares (ciudades, yacimientos arqueológicos, museos, etc.). También información sobre lo que se viene publicando al respecto.

lunes, 12 de octubre de 2020

El octógono que protegían los dioses


 

Artículo de Vicente G. Olaya, publicado por el periódico “EL PAÍS” el 12 de octubre 2020.

“La versión más romántica de su descubrimiento habla de un agricultor que halló en sus tierras de Valdetorres del Jarama (Madrid) en 1978 una escultura de mármol negro del dios Tritón —mitad hombre, mitad pez— y se la entregó al Museo Arqueológico Nacional (donde hoy en día sigue), institución que, dado el impresionante hallazgo, se puso a excavar la villa romana que había escupido la divina figura. La otra versión, menos idealista, es que una excavadora se llevó por delante parte de la edificación cuando abría un camino hacia el cercano río Jarama y así se encontró el edificio.

Sea cual sea lo cierto, la realidad es que tanto la Comunidad de Madrid como el Ayuntamiento quieren incluir la edificación en el Plan de Yacimientos Visitables y colocar reproducciones de las pinturas, estatuas y columnas que adornaban la única villa romana octogonal de España. En la última campaña arqueológica, que finalizó hace unos días, se han hallado nuevos suelos y cerámicas del reinado del emperador Teodosio I El Grande (347-395), que es el periodo en el que se levantó esta construcción de 2.200 metros cuadrados visibles de momento.

La villa, hoy en día, está alejada del Jarama, pero en siglo IV sus moradores veían perfectamente bajar las aguas del río desde los soportales que la rodeaban. Miguel Ángel López Marcos, director de las excavaciones, recuerda que “cuando fue construida, el río ocupaba toda la vega, y dominaba un paisaje espectacular que era paso obligado entre las importantes ciudades de Complutum y Talamanca”. Sin embargo, con la construcción del embalse del Pontón de la Oliva, durante el reinado de Isabel II, el caudal se redujo drásticamente, y el cauce se fue alejando de la villa, “lo que desvirtúa su imagen real”.

Pero si lo que es visible no refleja la villa real, ¿cómo era? López Marcos se lo pregunta, teniendo en cuenta que no se han hallado aún ni las cocinas, ni las termas, ni las dependencias de la servidumbre, ni los establos o los almacenes. Y es que las villas romanas no eran unas casas aisladas en mitad del campo, como parece indicar su nombre, sino que se asemejaban más a una explotación agrícola y ganadera. Eran propiedad de un gran señor (dominus) y rodeadas de una gran extensión de terreno (fundus). Se las conocía como urbes in rure (ciudades en el campo), una especie de pequeña localidad para la diversión del dueño y de sus amistades y para el negocio agroalimentario de la época.

De hecho, en las primeras excavaciones se localizaron restos de esculturas, marfiles, bronces, cuchillos o cerámicas, lo que da idea del poder económico del dominus. De momento, lo que se conoce es que se trata de edificio octogonal con un patio de la misma geometría “y un peristilo distribuidor para las diversas estancias, como habitaciones (cubiculum), comedores o salones (oecus)”, detalla el arqueólogo. El pasillo, además, estaba cubierto por soportales sustentados por columnas y arcos de medio punto. Pero todo fue expoliado a partir de la época visigoda y el edificio entró en el más absoluto abandono.

No obstante, las excavaciones que se llevaron a cabo en los años ochenta del siglo XX lograron salvar estatuas, columnas y pinturas, que fueron depositadas en almacenes y museos, pero de esta forma la villa —ya muy dañada— quedó totalmente “desnuda”.

El plan de los arqueólogos actuales consiste en realizar réplicas y reproducciones en resinas y materiales hidrófugos, de forma que se “puedan devolver los elementos perdidos y así recupere la visión didáctica que debe tener para hacerse comprensible al visitante”, asevera López Marcos. “El objetivo es impulsar el turismo arqueológico de la zona” y que los dioses Esculapio —el de la Medicina— y Tritón, aunque sea en forma de réplica, vuelvan a ocupar el patio que presidían en una gran villa romana octogonal única.”

 

El mapa de Agripa

 Copio este archivo (https://orbisterrarumgeografiaromana.blogspot.com/p/el-mapa-de-agripa.html?m=1) porque tengo una especial admiración por Agripa (Marco Vipsanio Agripa) y todo lo que ha realizado a lo largo de su vida. (Por cierto, ¿existe algún libro dedicado a esta personalidad?

                 " Agripa ordenó la construcción de un mapamundi en una zona a las afueras de Roma que se estaba urbanizando con grandes monumentos. El mapa era la consecuencia del vasto programa de exploraciones que había organizado Augusto sobre todo el mundo con fines estratégicos. Se realizó en el Campo de Marte. Allí, en el lado Oeste, Agripa construyó el Pórtico de Vipsania, llamado así en honor a su hermana. Fue acabado e inaugurado el año 7 a. de C. por Augusto cuando el propio Agripa ya había muerto. Se extendía a lo largo de la vía Lata entre el Aqua Virgo (al Sur) y la vía Claudia (al Norte) por espacio de 370 metros de largo por 45 metros de ancho. Estaba cercano al Panteón que el propio Agripa había construido y constituía un delicioso parque y el paseo favorito de los romanos. Podéis haceros una idea de la forma de este Pórtico visitando esta página de la que hemos extraído estos datos: http://www.quondam.com/28/2897.htm

          Pues bien, en este pórtico es donde Agripa levantó su famoso mapa. En el inicio de su tarea nuestro autor no contaba con un modelo de mapa romano del mundo conocido o con una tradición asentada, como dice A. García-Toraño (Geógrafos Latinos Menores, Gredos, 2002, p. 86). 

          Agripa describió su mapa en su obra Corografía de la que solo nos han quedado los fragmentos recogidos por Estrabón, Plinio y un par de tratados tardíos. Lo más probable es que estuviera grabado en piedra o en bronce. Tampoco conocemos su nombre, pero podemos llamarlo Orbis Terrarum pues pretendía representar todo el mundo conocido. Solo podemos hablar de conjeturas. Lo más probable es que tuviera forma de clámide (rectangular-ovalada), siguiendo el modelo de Eratóstenes. Esto es lo que sugiere Estrabón al hablar de la forma del orbe habitado (Estrabón, Geografía 5, 14).

García-Toraño sugiere que el mapa redondo jonio no se adapta a las pretensiones del mapa de Agripa: por un lado era ya un modelo caduco (aunque retorne en la Edad Media) y por otro no permitía consignar todos los nombres y leyendas en el interior del mismo (Ibid., p. 90-91). 

La exactitud de las mediciones del mapa de Agripa superan a las de cualquier otro autor de la Antigüedad. Así lo demuestra el ejemplo de las distintas mediciones de la isla de Gran Bretaña entre las que cuales las de Agripa son las más precisas, según el esquema inferior:

Plinio añade que, en el mapa de Agripa, la tierra está compuesta por tan solo tres continentes: Europa, Asia y África. Éstos están situados alrededor del mar Mediterráneo: África a la derecha, a la izquierda Europa y entre las dos Asia, teniendo en cuenta, como límites, dos ríos: el Tanais (río Don) y el Nilo.
 García-Toraño, a este respecto, sugiere la posibilidad de que el mapa se expusiera en tres paredes diferentes: en la de enfrente estaría Asia, en la de la izquierda Europa y en la de la derecha, África. De esta forma el espectador entraría en el mapa como quien atraviesa las Columnas de Hércules y se encontraría contemplando el mundo conocido desde el Mediterráneo (García-Toraño, p. 91). Esta disposición es la que sugiere Plinio (
Historia Natural III 1, 3).

El mapa de Agripa tenía la finalidad de convertir a Roma en el centro del mundo, sucediendo a Delfos y Rodas (García-Toraño, p. 92).

            Los mapas, siguiendo el modelo de Agripa, se pusieron de moda en todo el Imperio como demuestran los textos de Teodosio acerca de un ejemplar en Constantinopla (Anónimo, División de la esfera terrestre, 27) y de la escuela de Augustodunum (Geographi Latini, ed. R.A.B. Mynors, Oxford 1964).

En el mapa medieval de la catedral de Hereford (al oeste de Inglaterra) datado hacia 1300, aparece el nombre de Agripa,  ¿es un descendiente del mapa de Agripa? Quizá pueda serlo de un antecesor suyo: el mapa de César que, según J. Honorio (Cosmografía 1-7) o el Pseudo-Ético encargó a cuatro geógrafos (Fuente: Molina Marín, "Imperio y Cartografía en la época imperial romana", 2010, p 252:"