Obispo hispano romano
nacido en el año 340. No se sabe con certeza donde: unos dicen que en Emerita
Augusta (actual Mérida), otros dicen que en alguna ciudad de la Bética y
finalmente otros dicen que habría nacido en Gallaecia (en el noroeste de la
Hispania romana). Se supone que tuvo una educación, correspondiente a la de una
familia aristocrática. en Burdigala (actual Burdeos).
Tras su bautizo (ya
adulto) vuelve a Gallaecia, donde, aprovechando sus grandes dotes de orador,
empieza a predicar. Se sabe que tuvo mucho éxito entre el pueblo llano y
especialmente entre las mujeres. Mostraba un rechazo categórico a la unión de
la iglesia con los poderes civiles (Emperadores), así como la riqueza del
clero. Predicaba cerca de las villae. alejadas de las ciudades, en oraciones
nocturnas, interpretando los dogmas católicos alejado del discurso oficial,
favorable a la participación de las mujeres en la iglesia y contrario a la
esclavitud. También propugnaba
para los cristianos el celibato, la virginidad, el encratismo matrimonial, el
ayuno, la renuncia a las riquezas, el retiro espiritual durante la Cuaresma y
la Navidad, y la lectura de los libros sagrados, incluidos los apócrifos que el
canon eclesiástico de las Escrituras había dejado fuera.
Debido a su creciente
fama, en 379 Higinio, obispo de Corduba (actual Córdoba) envió un memorándum a
Hidacio, obispo metropolitano de Lusitania. Esto provocó la convocatoria de un
sínodo en Caesar Augusta (actual Zaragoza) en 380 para tratar el tema. Al ser
Prisciliano laico no pudo participar en dicho concilio, donde sí participaron
obispos hispanos así como de Aquitania, todos contrarios a Prisciliano. El
resultado es que fueron condenadas las actuaciones de Prisciliano y sus
seguidores.
La represión tuvo un
efecto contrario al deseado. Los obispos Instancio y Salviano, nombraron a
Prisciliano obispo de Abula (actual Ávila) en 381. Tanto él como sus seguidores
fueron expulsados la iglesia por el poder civil del Emperador Graciano. Intentan
entrevistarse con el papa Dámaso sin conseguir ser recibidos. Finalmente se
dirigen a Milán donde consiguen el rescrito derogatorio del poder civil, lo que
les permite volver a Hispania al frente de las iglesias al frente de las que
habían estado.
Debido a su éxito, los
obispos convocan un nuevo concilio en Burdeos presentando una abrumadora cantidad
de acusaciones y difamaciones. Finalmente Prisciliano y sus discípulos,
rechazan el tribunal conciliar y recurre al entonces emperador (y usurpador)
Máximo. Este manda trasladar todos los acusados a Tréveris para un juicio civil
a pesar de la abierta oposición de Martín de Tours. Sometido Prisciliano a
tortura, termina confesando todo de lo que se le acusaba. Es declarado culpable y
condenado a muerte junto con su más cercanos seguidores, siendo todos
decapitados en 385.
Por primera vez la Iglesia
Católica hacía ejecutar a un disidente religioso.
Los restos de Prisciliano
y sus compañeros fueron trasladados a Gallaecia. Si antes sus adeptos lo
consideraban santo, tras su ejecución ya era mártir. Su ejecución no consiguió disminuir
la influencia del priscilianismo en Hispania, sobre todo en Gallaecia. Se
siguen teniendo noticias de seguidores del obispo de Ávila hasta el siglo VI.
Muchos son los que piensan
todavía que los restos de Santiago en la catedral de Santiago de Compostela,
son realmente los de Prisciliano. Nunca se ha podido demostrar.