Fotos de vestigios de la Antigua Roma, tomadas en distintos lugares (ciudades, yacimientos arqueológicos, museos, etc.). También información sobre lo que se viene publicando al respecto.

miércoles, 22 de julio de 2020

Recuperan 13 ánforas romanas en una tienda de congelados en Santa Pola (Alicante)



Artículo publicado en el periódico “Información” de Alicante hoy 22 de julio 2020.

“La Guardia Civil, con la colaboración de la Consellería de Educación, Cultura y Deporte de la Comunidad Valenciana, ha recuperado 13 ánforas romanas, posiblemente del siglo I, así como un ancla metálica del XVIII, que se encontraban en una tienda de productos pesqueros congelados.
La investigación comenzó tras realizar, los agentes del SEPRONA de la Guardia Civil, una inspección rutinaria en un establecimiento de almacenamiento y comercialización de productos pesqueros congelados en Santa Pola.
Los agentes observaron varias ánforas de cerámica, en distintos puntos de las instalaciones, un ancla metálica y una placa caliza con una inscripción, piezas que, a primera vista, podrían tener una antigüedad considerable.
La Guardia Civil investiga ahora al propietario del establecimiento y a su hijo como presuntos autores de un delito contra el patrimonio histórico y otro contra el patrimonio y el orden socioeconómico. Fue este último, quien encontró los distintos objetos en el mar mientras pescaba y los llevó a la tienda de su padre, donde las tenían expuestas como elementos decorativos.
Ante este hallazgo, se procedió a reseñar la totalidad de los objetos encontrados y a la intervención cautelar de todos ellos.
El SEPRONA se puso en contacto con la Consellería de Educación, Cultura y Deporte y, en un primer visionado de las imágenes facilitadas por los agentes, se determinó que podría tratarse de ánforas romanas del siglo I, de gran valor patrimonial y, en especial, una de ellas, podría tener una significativa importancia, debido a su exclusividad.
Tras esta primera valoración, los objetos fueron trasladados al Museo del Mar de Santa Pola, para su depósito y autentificación. Allí se procedió a realizar un reconocimiento más exhaustivo de las piezas intervenidas determinándose, de forma preliminar, por distintos expertos en la materia, que se trataban de un total de 13 ánforas romanas de cerámica, posiblemente del siglo I, las cuales se encuentran en distintos estados de conservación, además de un ancla metálica, previsiblemente del siglo XVIII y una placa en caliza con inscripción "ESTE".
Las ánforas podrían proceder del expolio de pecios, siendo éstos parte del patrimonio histórico de la arqueología subacuática, tan presente en el litoral mediterráneo y, por lo tanto, estarían protegidas.
En su mayoría, se trataría de ánforas oleícolas, que eran utilizadas para el transporte de aceite procedente de la zona bética de la península y embarcadas en el Portus Ilicitanus, para su traslado a Roma. Otras también eran utilizadas para el transporte de vino y de salsas de pescado. Por la morfología que presentaban, podrían tratarse de ánforas dedicadas al almacenamiento y transporte de estos productos.
La Guardia Civil procedió a instruir diligencias a este vecino Santa Pola y a su hijo, por presuntos autores de un delito contra el patrimonio histórico y otro delito de receptación (esto es, la adquisición y/o tenencia de objetos a sabiendas de su dudosa o ilícita procedencia).
Las diligencias se encuentran en los Juzgados de Instrucción de Elche. Igualmente, las diferentes actas de inspección serán entregadas a la Consellería de Salud Pública y Sanidad Universal y a la Consellería de Agricultura."

El viaje de Tito Quintio a Torre Pacheco (Murcia)



Artículo de S. SÁNCHEZ, publicado hoy Miércoles 22 julio 2020 en el periódico “La Verdad”.

“En el vestíbulo del Ayuntamiento de Torre Pacheco puede verse durante las próximas semanas una placa con la inscripción funeraria de un ciudadano de la Roma Imperial, Tito Quintio Crispino. Como esa, se han hallado decenas en los numerosos yacimientos arqueológicos excavados durante los siglos XX y XXI en Cartagena y su área de influencia. Sin embargo, la lápida de Quintio, según las investigaciones del arqueólogo pachequero Federico Fuentes, no correspondería a un ciudadano cualquiera, sino a un prominente patricio de Cartago Nova, descendiente de una 'gens' (agrupación de familias influyentes) de la mismísima Roma.
Fuentes sostiene que la onomástica de Tito Quintio Crispino «podría estar relacionada con una de las ramas familiares de la antigua y conocida 'gens' Quinctia, uno de cuyos representantes más importantes fue el cónsul Tito Quintio Flaminio, vencedor de la batalla de Cinoscéfalos», en la guerra para la anexión de Macedonia al imperio. Puesto que durante la época romana no se tiene constancia de importantes asentamientos, a excepción del yacimiento arqueológico Casa Fontes, en lo que hoy es Torre Pacheco, el arqueólogo cree que Quintio Crispino pudo ser un relevante patricio en Cartago Nova.
Pero si interesante es la procedencia del insigne ciudadano de Cartago Nova, no lo es menos el del periplo de la placa hasta llegar a manos del investigador pachequero. La inscripción, grabada en una caliza micrítica local de 44x60x24 centímetros, como tantísimos elementos arquitectónicos y ornamentales de Cartago Nova, se encuentra en buen estado de conservación.
Su hallazgo data de 1971, cuando se derribó la iglesia primitiva de Torre Pacheco (1607). En lugar de llevarla a cualquier escombrera, por su singularidad, el párroco decidió custodiarla. En el año 2000, cuando se arreglaron los jardines de la plaza de la iglesia, los empleados municipales decidieron utilizarla como motivo ornamental. Y fue en aquellos años cuando Federico Fuentes, observando día tras día la peculiaridad de aquella inscripción porque la veía desde su casa, se decidió a pedir su extracción del jardín para estudiarla.
Tras años de intenso trabajo, junto con el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Murcia, Rafael González Fernández, llegó a la conclusión de que la placa procede, probablemente, de la necrópolis (cementerio) de Torreciega (Cartagena). Como material de derribo pudo llegar a Torre Pacheco para la construcción de la iglesia. Sin embargo, no fue empleada como relleno, sino como sillar en una de las paredes del edificio. Hoy ya no será reciclada para ninguna otra edificación, sino que formará parte del patrimonio arqueológico de la Región."