Artículo de Vicente G. Olaya publicado en el periódico “EL PAÍS” el 3 de junio 2023.
El hecho de que aquella extremidad de solo 10,6 centímetros
y en cuya palma portaba una patera umbilicata (platito poco hondo),
fuese una mano izquierda, cuando la zurdera tenía un sesgo negativo en la
cultura romana, era una extraña característica a partir de la cual, aplicando
un sistema deductivo al estilo de los grandes detectives de la literatura, los
estudiosos han llegado a deducir que la mano pudo corresponder a una imagen
relacionada con el culto imperial, que fue esculpida en un carísimo mármol de
grano fino de Luni-Carrara (Italia) y que tuvo que exponerse al público en un
templo del foro, la parte más importante de una gran ciudad romana a los pies los
Pirineos. Al tratarse de una gran estatua, tendría que corresponderse con deidades,
emperadores divinizados, sacerdotes, magistrados o notables y “el principal modelo
iconográfico sería posiblemente Augusto”, escriben.
La finca donde fue hallada se ubica dentro del yacimiento
romano y medieval de El Forau de Tuta, que hunde sus raíces, tal y como se
demostró en 2021, en una ciudad altoimperial romana (siglo I y II), un centro
urbano de unas cuatro hectáreas del que se desconoce su nombre latino y que fue
habitada mayoritariamente por vascones. El recipiente que sostiene la mano era
utilizado para llevar a cabo libaciones de vino, leche, agua o aceite sobre las
ofrendas, el altar o el suelo durante la fase previa de los sacrificios, “por
lo que resulta muy típico de las representaciones de emperadores, miembros de la
familia imperial,magistrados y notables de las ciudades” deducen. “Podemos
concluir” se lee en el estudio, que “formaría parte de un monumento escultórico
de carácter cívico-religioso de mortal o de deidad”.
La mano igualmente, muestra unas manchas de color marrón
oscuro que podrían corresponder a signos de combustión. Eso apunta a que puede
tratarse de un fragmento de amortización de escultura salvado de la combustión
en un horno de cal. Tras la caída de Roma, los habitantes de las ciudades y villas
abandonadas rompían y quemaban las estatuas para fabricar el preciado polvo de
mármol”