Las ánforas fueron unos recipientes cerámicos utilizados en
la antigüedad para transportar y almacenar productos alimenticios básicos
(aceite de oliva, vino, aceitunas, uva, aceitunas, cereales, pescado, garum,
etc.). Las fotos de arriba y abajo son el Museo Arqueológico de San Pedro del Pinatar (Murcia).
En Roma existían una gran variedad de tamaños y formas, diferenciándose
así los productos que contenían, desde las pequeñas y finas (como las que se
pueden ver en Mazarrón,(Murcia) para el
garum, hasta las grandes de 1,5 metro
utilizadas para el vino.
La foto de arriba procede del Museo Arqueológico Comarcal de Orihuela (Alicante). La de abajo procede del Club Náutico de Torrevieja (Alicante).
En el siglo XIX, el arqueólogo Heinrich Dressel elaboró, por
primera vez, una lista de las diferentes ánforas que estudió en el Monte
Testaccio (Roma) (1).
Las ánforas se cerraban con un tapón de barro, a veces con
marcas identificando su procedencia.
Estos tapones de barro proceden del Museo Arqueológico de San Pedro del Pinatar (Murcia).
Una vez utilizadas, las ánforas podían romperlas (como se ven en los restos del Monte Testaccio), o se reutilizaban, a veces juntándolas haciendo un conducto para aguas residuales; a veces transformadas en tejas; a veces como mortero, o transformándolas en teselas para mosaicos (2); incluso han servido de "ataúd" para niños pequeños
(1)
https://es.wikipedia.org/wiki/Monte_Testaccio
(2) ver el mosaico expuesto en el MARQ
https://cesardivino.blogspot.com/2020/04/mosaicos-romanos.html