Hace unos días he recibido una información de la editorial “Desperta Ferro” sobre la próxima publicación de un libro sobre la ingeniería romana realizada por las legiones romanas. Es un tema que me parece interesantísimo; por eso quiero compartir dicha información. El libro está previsto que salga a la venta el 3 de marzo de este año. Si alguien está interesado, podéis pinchar en la dirección que está al final del post.
“Calzadas,
puentes, acueductos, canales y acequias, e incluso la creación de ciudades y la
ejecución de sus obras de infraestructura y su ornato monumental. Cuando no
estaban guerreando, los soldados del Ejército romano participaron activamente
en grandes obras de ingeniería civil, que aún hoy día seguimos admirando; obras
todas ellas en extremo complejas que requirieron la diligencia operacional de
ciertos expertos como los mensores (agrimensores) o los libratores (ingenieros topógrafos), presentes entre las filas del
ejército y dotados del material y los instrumentos apropiados para su labor, y
de una mano de obra abnegada, disciplinada… y gratuita, ya que el Estado debía
costear su soldada de todos modos. Jean-Claude Golvin, arqueólogo, arquitecto e
ilustrador, vuelve en esta obra, La
ingeniería del Ejército romano, a revivir el pasado, tal como ya hiciera con Ciudades
del mundo antiguo, Palacios
imperiales de la Roma antigua, Viaje
por el antiguo Egipto y Herodes.
El rey arquitecto. En esta ocasión su arte y sus conocimientos iluminan una
parte olvidada de la historia de Roma, como es la contribución que sus legiones
hicieron al paisaje y a nuestro patrimonio histórico actual. Muchos de los
edificios cuyos restos siguen orgullosamente en pie en la actualidad fueron
erigidos por soldados, devenidos en arquitectos y albañiles para alejarlos del
ocio en tiempos de paz, bestia negra de cualquier ejército que, según los
autores clásicos, privaba al soldado de sus energías, de su coraje y, sobre
todo, de su sentido de la disciplina. No obstante, estas empresas, a menudo
titánicas, tenían un precio: el descontento de unos legionarios que veían un
desdoro en realizar esas tareas, cuya máxima expresión la ilustra el trágico
final del emperador Probo, asesinado por sus propios hombres, hartos de tener
que reparar calzadas y acueductos. Sin embargo, estas obras contribuyeron en
gran medida a la prosperidad de las regiones conquistadas. Al abrir caminos,
erigir magníficos edificios o excavar canales, el Ejército romano participó en
el desarrollo económico de las provincias, y, a la postre, en su romanización.”
https://www.despertaferro-ediciones.com/revistas/numero/la-ingenieria-del-ejercito-romano-golvin/
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